miércoles, 1 de noviembre de 2017

DECEPCIÓN VECINAL

Getafe 1 de noviembre de 2017.

Ayer se celebró la Asamblea de Barrio de la Alhóndiga, adaptada ya al nuevo Reglamento de Participación Ciudadana, aprobado en septiembre de 2017 por el Pleno del Ayuntamiento de Getafe.

Y si antes eran decepcionantes, ahora, con la nueva legislación, lo son todavía más. Para empezar, no se ha conseguido la participación de los vecinos del barrio. Escasamente había treinta personas en el salón de actos del Centro Cívico. Si descontamos los diez asistentes del Ayuntamiento (Concejala de Barrio, Asesores y Técnicos), varios trabajadores del Centro Cívico (al parecer también militantes del PSOE) y los diez o doce miembros de la Asociación de Vecinos (en su gran mayoría, por no decir todos, militantes del partido en el gobierno local), la presencia vecinal era realmente testimonial. Además, gran parte de estos vecinos estaban en la media de edad de 75-80 años. Es decir, la presencia de vecinas jóvenes era prácticamente nula. Tan sólo los cinco que pertenecían a un nuevo colectivo surgido en Alhóndiga que se autodenomina Construyendo Barrio y que, según sus representantes, engloba a todas las asociaciones y colectivos del barrio.

¿Cómo se puede hablar de Asamblea Vecinal cuando quienes asisten son personal del Ayuntamiento y militantes del partido en el Gobierno? ¿Dónde están los vecinos? ¿Por qué hay ese tremendo desinterés por el barrio? ¿Qué está fallando? Son muchas preguntas, con difícil respuesta. Tal vez tenga algo que ver el cansancio de los vecinos al sentirse constantemente engañados por los políticos que prometen, prometen y prometen, y luego incumplen sus promesas. O la desidia con la que se gobierna Getafe. No hay mantenimiento, ni limpieza, ni seguridad. Y los ciudadanos se preguntan si todo esto se hace de forma consciente y voluntaria, o bien responde a la ineptitud de sus gobernantes, más pendientes de trepar dentro de sus organizaciones y colocarse en otros puestos más altos que de sus responsabilidades.

Volviendo al tema, como vecino siento una profunda decepción cada vez que acudo a una asamblea de barrio. Y parece que no soy el único. En los demás barrios de Getafe se comenta exactamente lo mismo. Algo que debería analizar la persona competente en materia de estrategia política.

En resumen ocurrió lo siguiente:

La Asamblea, presidida por la Concejala del Barrio, asistida de un técnico municipal que, supuestamente levantará acta de la reunión, y de varios asesores del Ayuntamiento, se inició con la exposición por parte del Asesor de Participación Ciudadana del nuevo Reglamento de Participación, génesis, tramitación, aprobación y contenido. Hizo especial alusión a la nueva distribución de Getafe en 11 barrios diferenciados modificando la antigua disposición en 9. Destacaba la configuración como barrios de Los Molinos y Buenavista y el desdoblamiento de Centro-San Isidro en dos. Ninguna alusión al nuevo barrio de Kelvinator, integrado, no sé si correctamente o no, en Alhóndiga. Dado que es un barrio nuevo y completamente diferenciado, y claramente separado, de Alhóndiga, bien merece tener su categoría independiente.

También realizó un breve resumen de cómo deben desarrollarse las Asambleas de Barrio acorde a la nueva regulación y a la instauración de la figura del PLENO ANUAL SOBRE EL ESTADO DEL MUNICIPIO y de cómo se tramitan y llevan a cabo los Presupuestos Participativos en Getafe.

En este punto de la reunión tomó la palabra una representante de Construyendo Barrio para manifestar que le “chirriaba” que el Ayuntamiento convoque Asambleas de Barrio vecinales cuando ya existe una Asamblea Vecinal auténtica compuesta por todas las asociaciones y colectivos del barrio, independiente del Ayuntamiento, que se llama CONSTRUYENDO BARRIO (CB). Tampoco entienden por qué las Asambleas de barrio las ha de convocar y presidir el Ayuntamiento cuando ya los vecinos se reúnen y debaten los problemas del barrio de forma autónoma e independiente. No procedería en un barrio organizado como la Alhóndiga sostener este modelo. Máxime cuando CB está en contacto con el Ayuntamiento, ha mantenido reuniones con Alcaldía para debatir temas del barrio e incluso se están coordinando actuaciones entre CB y el propio Ayuntamiento.

También se pone en entredicho que las Comisiones de Fiestas del barrio hayan de rendir cuentas en la Asamblea de Barrio organizada por el Ayuntamiento cuando ya se hacen asambleas abiertas a los vecinos donde se exponen los ingresos y gastos y se valoran las fiestas.

En resumen, manifiestan que el Reglamento de Participación no potencia los modelos de participación existentes, sino que pretende controlar y manipular.

He de decir que, en cierto modo, comparto esa opinión. En un barrio tremendamente asociativo y participativo desde sus orígenes, allá por los años 50-60 del siglo pasado, querer instaurar modelos participativos no tiene mucho sentido. Siempre ha habido en el barrio movimiento social de lucha vecinal en contra del gobierno franquista primero,  reivindicando derechos y mejoras para el barrio durante la democracia. Movimientos libres que no tienen nada que ver con la participación "controlada" que se quiere imponer ahora desde el Ayuntamiento so pretexto de recuperar la participación "secuestrada" por el PP en la legislatura anterior.

Por parte de la Concejala y el Asesor Municipal se manifiesta que, si bien es cierto que hay contacto y coordinación entre CB y el ente municipal, hay que cumplir la normativa aprobada en Pleno y mantener las Asambleas de Barrio INSTITUCIONALES, independientemente de que exista un colectivo que trabaje por el barrio y esté en coordinación con el Ayuntamiento. Proponen que la próxima Asamblea se coordine entre la Concejalía y CB para establecer el orden del día.

Respecto al rendimiento de cuentas alegan que se trata de exponer en qué se gasta el dinero público (las fiestas se subvencionan), al igual que hace el gobierno municipal con los gastos del municipio, en alusión a la cacareada (e inexistente) “transparencia”.

En cuanto al reglamento manifiestan que no pretenden controlar ni manipular. Estas asambleas son importantes porque responden al esquema institucional, aun cuando, en otro nivel, existan colectivos que representen al barrio y colaboren con el Ayuntamiento. En el fondo, el objetivo del Ayuntamiento es impulsar este tipo de colectivos, aún cuando no representen en su totalidad a todo el barrio.

Opinión de Concejal respetable, aceptable, pero discutible. ¿Realmente hace falta "impulsar" la participación en un barrio que ha sido impulsor  y dinamizador de la misma desde hace más de 50 años, constituyendo un ejemplo de la misma a nivel nacional? 

Posteriormente se pasó a la configuración de la Mesa, la cual, según la nueva normativa, ha de estar presidida por el Concejal de Barrio (o el Alcalde en su caso), un técnico del Ayuntamiento que levantará acta de la asamblea y un Moderador que será elegido de entre los vecinos asistentes. Es de destacar que se aclaró muy bien que la figura del moderador se limita al apunte de las personas que quieran hablar y darles la palabra por turno.

Es elegido como Moderador el Presidente de la Asociación de Vecinos, destacado militante del PSOE y miembro de la plantilla municipal. 

En este punto surgió un incidente que causó vergüenza y un gran sentimiento de decepción y pena.

Un vecino intenta exponer una queja sobre la situación del barrio, preguntando a la Concejala si vive en el barrio y si conoce lo que pasa en él. La presidenta de la Mesa le responde que sí que ha nacido y se ha criado en el barrio e incluso le da su dirección en la Alhóndiga (no la real, porque es vox populi que esta señora reside oficialmente en Illescas, provincia de Toledo, aunque -y no es el único concejal en esa situación- esté empadronada en Getafe por necesidades políticas). Termina respondiendo que es necesario esperar al punto en concreto del orden del día (casi al final). Se entabla una pequeña discusión entre la Mesa, el vecino en cuestión, quien protesta porque el orden del día trata de temas políticos y no de los problemas del barrio, mientras la que podríamos llamar "bancada socialista" le increpa y le pide respeto. Al final, otro vecino, indignado con la situación, pide que todos se respeten entre sí, y manifiesta que no se puede ir a las asambleas a aplaudir y hacer de “palmeros”. Esto provocó que el primero de los vecinos se fuese protestando porque no se trataban los temas del barrio, y que uno de los militantes del PSOE se sintiese ofendido y se dirigiese de forma violenta contra esta persona, teniendo que intervenir la policía local, presente en el evento, para evitar un enfrentamiento directo. Al final, el vecino se marchó y el militante del PSOE volvió a su sitio.

Pasado este incidente, a mitad de camino entre lo cómico y lo trágico, decepcionante y penoso, porque una reunión vecinal está para unir a los vecinos, no para provocar enfrentamientos entre personas con distintas formas de pensar, continuó la reunión.

Tomó la palabra uno de los técnicos del Ayuntamiento. Se explayó explicando los Presupuestos participativos del 2016, lo que se aprobó y lo que se está haciendo. Y recalcó que este año se han vuelto a convocar, y los resultados obtenidos serán de aplicación en 2018 puesto que las partidas de estos presupuestos han de ser aprobadas juntamente con los Presupuestos Generales del municipio.

Se comentó también que en una reunión anterior se habló de las obras que se van a realizar en Reyes Católicos, Plaza Juan de Vergara y Plaza Rufino Castro.

Posteriormente, y de forma breve, se concede la palabra a varios vecinos tratándose temas como la limpieza y adecuación de la cubierta del aparcamiento de la calle Jilguero (contemplada en la reforma de Reyes Católicos), los problemas de limpieza en los aledaños del Centro Cívico (en su parte lindera con Jilguero), la adecuación de la calle Maestro Bretón, a la altura del nº 4, para una vecina con discapacidad física (se va a remodelar la calle ensanchando la acera para construir una rampa a la salida del portal dejando tramo peatonal, eliminando 5 plazas de aparcamiento), la presencia de cacas de perro en calles, jardines y zonas infantiles (fruto del incivismo de los ciudadanos a pesar de las medidas sancionadoras establecidas y el control policial -siempre que pillen al infractor in fraganti se le abre expediente sancionador-), el peligro que tienen las obras que se están realizando en la calle Sur /Greco, sobre todo la falta de vallado en torno a la glorieta del toro, y la colonia de gatos de la calle Pato (no se pueden capturar para su traslado al CPA debido a que las alimentadoras les proporcionan comida y no acuden a los cebos).

Nada nuevo. Son las mismas preguntas de todas las asambleas de barrio que nunca obtienen respuesta por parte del Ayuntamiento, totalmente inactivo en todo lo que no sea publicidad y propaganda de las bondades de Sara Hernández.

Una reunión tediosa, copada por los largos monólogos del Ayuntamiento exponiendo sus logros y virtudes para deleitar los oídos de sus seguidores y que, en ningún caso, motiva a los vecinos a la asistencia. En cierto modo, se parecen a los soporíferos plenos del Ayuntamiento, en los que ni siquiera los propios concejales son capaces de concentrarse y mantener la atención.

Más vale que el Ayuntamiento (gobierno municipal y oposición) se planteen, de verdad, la redacción de un Reglamento de Participación Ciudadana que no sea un corta y pega del anterior. Realmente se siguen las mismas pautas que en el existente en época de Pedro Castro, transcrito casi letra por letra -basta con cotejar ambos para darse cuenta-, y tan sólo cambiando algunos nombres como los Consejos Sectoriales de Barrio por Asambleas de Barrio y suprimiendo algún que otro párrafo.


Nos hace falta una normativa que fomente la libre participación ciudadana, la implicación de los vecinos en la vida del barrio y sus necesidades y carencias. La normativa no ha de ser un freno para la participación, pero, tal y como está hoy, no sirve para nada. Nada se puede hacer sin la autorización y supervisión del gran hermano (con fábrica de drones de vigilancia incluida) en que se ha convertido el Ayuntamiento de Getafe.

Como decía en el encabezamiento, una profunda decepción. Lo que se esperaba iba a ser un cambio en la política local, girando 180 grados la dejadez de la anterior legislatura de Juan Soler, se ha convertido en una continuidad. Todo lo que se le criticaba al anterior alcalde se está haciendo ahora por la actual, incluso, en muchas ocasiones, superando con creces al maestro. Leí el otro día un tuit en el que el autor se declaraba admirador de Sara Hernández porque cuando se piensa que no puede hacer las cosas peor... va y lo consigue. Suena a coña. Pero es la triste realidad. Llevamos dos años perdidos sin que se haya producido ningún cambio en Getafe. Al menos ningún cambio a mejor. Todo ha ido a peor. Hoy Getafe está en candelero por los escándalos políticos en LYMA y GISA, la mala gestión, la alta contaminación, la inseguridad ciudadana, el malestar vecinal... Y lo único que importa es salir en la foto, hacerse un buen book publicitario para las próximas elecciones y procurar colocarse en los puestos de salida en las listas o bien buscar un hueco en los órganos de dirección de los distintos partidos para poder acceder a la Asamblea de Madrid o al Congreso de los Diputados o el Senado. O Europa.

Lamentable.